Datos Cortos Sobre el Asma
- La OMS calcula que en la actualidad hay 235 millones de pacientes con asma.
- El asma está presente en todos los países, independientemente de su grado de desarrollo. Más del 80% de las muertes por asma tienen lugar en países de ingresos bajos y medios-bajos.
- A menudo el asma no se diagnostica correctamente ni recibe el tratamiento adecuado, creando así una importante carga para los pacientes y sus familias, y pudiendo limitar la actividad del paciente durante toda su vida
- El asma es la enfermedad crónica más frecuente de la infancia y la adolescencia. Se estima que afecta de un 10 a un 20% de todos los niños y adolescentes. Eso quiere decir que de cada 100 niños, entre 10 a 20 tienen asma.
- Las pruebas de función pulmonar contribuyen al diagnóstico de la patología respiratoria, determinando en la vía aérea situaciones de: obstrucción, restricción, hiperreactividad bronquial y la variabilidad de la vía aérea. Las pruebas que más se utilizan en niños mayores de 5 años son la espirometría, la curva flujo-volumen, la provocación bronquial con ejercicio y con metacolina, y la flujometría.
¿Está el ASMA bien controlada?
El asma bien controlada tiene las siguientes características:
- Vida normal, sin restricción de actividades ni ausencias al colegio (buena calidad de vida).
- Sin síntomas respiratorios (tos, silbido al pecho) durante el ejercicio, o con las emociones, o con el llanto, con la risa, o al “agitarse”.
- Sueño normal, sin despertar en la noche o en la madrugada por tos o silbido al pecho.
- Función Pulmonar normal (en el caso de poder soplar en el espirómetro o flujómetro)
- Uso mínimo (< de 2 veces por semana) de salbutamol, excepto como preventivo en situaciones específicas e indicadas por su médico; ej: antes del deporte o ejercicios intensos, durante los resfriados, etc.)
- Sin crisis de asma inducidas por virosis respiratorias ni en la estación polínica.
¿Cómo puedo saber si mi asma no está bien controlada?
Las señales de un asma mal controlada son las siguientes:
- Alteración de sus actividades (inasistencia a clases, restricción de ejercicios y deporte, etc.)
- Presencia de síntomas de asma por lo menos una vez por semana; principalmente tos o silbido al pecho (sibilancias), relacionadas con ejercicios, virosis respiratorias, u otras causas.
- Alteración del sueño (despierta en la noche con tos o silbido al pecho.
- Función pulmonar alterada (bajo los valores normales para la edad).
- Uso frecuente de salbutamol.
- Necesidad de usar corticoides orales.
- Mala calidad de vida
¿Qué es el asma?
El asma es la enfermedad crónica más frecuente de la infancia y la adolescencia. Se estima que afecta de un 10 a un 15% de todos los niños y adolescentes. Eso quiere decir que de cada 100 niños, entre 10 y 15 tienen asma.
El asma es una enfermedad crónica que afecta a los bronquios. Los niños y adolescentes con asma tienen inflamada la capa interna de sus bronquios. Esta inflamación hace que los bronquios sean más sensibles a determinados estímulos, a los que llamamos desencadenantes del asma. Al ponerse en contacto con estos desencadenantes, los bronquios se estrechan y se inflaman más, de forma que el aire entra con más dificultad.
¿Cuál es la causa del asma?
No se sabe exactamente cuál es la causas del asma pero es probable que tenga bases genéticas y ambientales (ello explica que en una misma familia pueda haber varios asmáticos y que ciertas condiciones ambientales favorezcan la aparición de síntomas de asma o modifiquen el curso de la enfermedad). Los pacientes asmáticos tienen los bronquios inflamados lo cual hace que reaccionan de forma anómala ante determinados agentes como los virus respiratorios, pólenes, ácaros, hongos, ejercicio, entre varios otros, presentando obstrucción bronquial y crisis asmáticas.
¿Qué síntomas presenta?
Los síntomas principales del asma son: tos seca y silbido al pecho cuando se expulsa el aire (sibilancias); a veces también los niños presentan dificultad para respirar, cansancio, y opresión en el pecho. Es típico del asma que los síntomas (tos y sibilancias) aparezcan cuando los niños se resfrían, hacen ejercicio, lloran, o se agitan.
¿Qué relación hay entre alergia y asma?
Más de la mitad de los niños asmáticos no tienen alergia demostrable. En niños genéticamente predispuestos a tener asma (antecedentes familiares directos de asma), la alergia es más común; sin embargo, no hay evidencias de una relación causal. Por lo tanto alergia y asma no son lo mismo; un niño/adolescente puede ser asmático y no tener alergia.
¿Cuáles son los desencadenantes del asma?
En niños y en adultos asmáticos, los principales desencadenantes de crisis de asma son las infecciones respiratorias virales, siendo los más comunes los virus que causan los resfriados comunes. Otros factores desencadenantes de crisis o que ayudan a que se mantengan los síntomas, son los ácaros que viven en el polvo doméstico (llamados dermatophagoides) y los pólenes de plantas, flores, árboles, etc. Otros agentes que pueden desencadenar crisis de asma son los hongos, el pelo y caspa de animales (gato, perro, aves, etc.). Existen otros desencadenantes como son el frío, el ejercicio, el estrés o la Aspirina (ácido acetilsalicílico), productos de aseo doméstico (cloro, etc).
El humo del tabaco es el principal irritante inespecífico para los bronquios y por tanto facilita la producción de crisis en los niños asmáticos.
¿Desde qué edad se puede tener asma?
Desde cualquier edad. Hoy en día sabemos que los lactantes también tienen asma (y lo llamamos así, asma del lactante). Es importante saber que más de un 70% de los niños mayores y adultos que tienen asma comenzaron con su asma antes de los dos años.
¿Se cura el asma?
No hay una cura propiamente tal del asma. Sin embargo, con los medicamentos disponibles en la actualidad, la enfermedad se puede controlar completamente, es decir los pacientes pueden llegar a estar sin síntomas y hacer una vida completamente normal.
¿Qué tratamiento tiene el asma?
Hoy existen varios medicamentos altamente efectivos y de seguridad demostrada para el tratamiento del asma en la niñez. Estos se dividen fundamentalmente en dos grupos: para el alivio de los síntomas (broncodilatadores, ej: salbutamol, ipratropio) y para tratar la inflamación de los bronquios (ej: corticoides inhalados; budesonida, fluticasona, ciclesonida, beclometasona).
Ocasionalmente, en las crisis moderadas y graves, el especialista en enfermedades respiratorias (Neumólogo Pediatra) asociará corticoides por vía oral a los medicamentos inhalados. El manejo de los niños asmáticos siempre debe hecho por un equipo idóneo y altamente calificado para que una vez se supere la crisis, el paciente reciba la educación necesaria sobre la enfermedad y así mismo aprenda a detectar oportunamente las exacerbaciones y realice el manejo inicial. Los antibióticos, los jarabes para la tos, los “expectorantes”, y varios otros tratamientos inespecíficos no tienen ninguna indicación en el tratamiento del asma.
¿Cuáles son las ventajas de los medicamentos inhalados?
Lejos la más segura y mejor vía de administración de los medicamentos para el asma es la inhalatoria (van directo a los bronquios), pues llega más rápido al pulmón y provoca mínimos o nulos efectos secundarios. Siempre deben emplearse los inhaladores con espaciador (o aerocámara)
¿Cuándo pensar que el tratamiento no está funcionando?
Siempre que los síntomas se mantengan o empeoren a pesar de un tratamiento adecuado, es decir que los medicamentos se han inhalado bien, en forma regular, y las dosis son las correctas.
¿Cuándo es necesario consultar en algún Servicio de Urgencias?
Se debe acudir al servicio de urgencias cuando aparecen síntomas de máxima gravedad tales como: dificultad respiratoria, color azul de la piel o de las uñas, imposibilidad para caminar o para decir dos o tres palabras seguidas, alteración del estado de conciencia, o toda situación que el paciente o los padres consideren potencialmente mortales
¿Cuándo consultar al especialista (Neumólogo Pediatra)?
Siempre que el asma no puede ser controlada adecuadamente; es decir, los síntomas persisten o empeoran a pesar del tratamiento. Debe consultar al neumólogo pediatra quien depués de evaluar las posibles causas por las cuales el paciente no ha respondido bien a los medicamentos empleados, solicitará los exámenes especializados para saber las razones, descartar diagnósticos diferenciales y hacer seguimiento de la enfermedad.